Categoría: LGTB

Carla Antonelli: «En la situación social en la que vivimos se buscan culpables, y estos siempre son los colectivos más discriminados y estigmatizados»

Desde que comenzara este año, han sido varios los casos de agresiones por homofobia o transfobia que hemos podido leer en la prensa. Desgraciadamente no sabemos si esto se debe a que los mismos estén aumentando, o que las víctimas de estas agresiones van perdiendo el miedo a denunciarlas. Desde que 2013 el Ministerio de Interior contabilizara los denominados delitos de odio, las agresiones por orientación o identidad sexual en nuestro país son las que encabezan la lista de estos atentados contra derechos fundamentales, con aumentos cada año.

Hace un año, con motivo de la elaboración de un estudio sobre la LGTBfobia, tuve la maravillosa ocasión en entrevistar a Carla Antonelli, diputada en la Asamblea de Madrid por el PSOE, primera mujer transexual con un cargo político en España e incansable activista por los derechos de transexuales, lesbianas y gais. Pese a haber pasado tiempo, la entrevista que a continuación reproduzco goza desgraciadamente de plena actualidad.

 ¿Consideras que la LGTBfobia supone un problema social del conjunto de la sociedad española en la actualidad, o solo problemática minoritaria?

Hablar de una generalidad y de una totalidad nos hace perder la razón de cualquier cosa que digamos. Evidentemente la LGTBfobia no es una cuestión de la totalidad de la sociedad, sino de un sector del tejido social de este país. Hay unos condicionantes como la crisis económica, el descontento social o la busqueda de culpables que hacen que en la actualidad la LGTBfobia haya aumentado. También es el precio de la libertad, de la visibilidad, pues a mayor visibilidad habrá sectores que reaccionen. Pero la solución no es quedarse en el armario, pues esto es lo que ellos quieren. El objetivo es llegar a una normalización, pero para ello se necesita mucha pedagogía, sobre todo en determinados sectores de la sociedad.

Hablar de una generalidad y de una totalidad nos hace perder la razón de cualquier cosa que digamos.

La homofobia representa, según los datos del Ministerio del Interior, la primera causa en los delitos de odio cometidos en España, ¿crees que la LGTBfobia y las agresiones relacionadas con la misma han aumentado en nuestro país en los últimos años, o se trata más de un cambio de percepción?

No, ha aumentado por las razones que he dado anteriormente. Ha aumentado la homofobia y la transfobia. Las crisis económica y el paro son situaciones en las que se intenta buscar culpables como ocurrió con los nazis. Ahora también en Francia o Alemania, surgen sentimientos de xenofobia culpando a los extranjeros ante la ausencia de trabajo, cuando hace pocos años se les reclamó para evitar los peores puestos. En la situación social en la que vivimos se buscan culpables, y estos siempre son los colectivos más discriminados y estigmatizados, ya ahí nos encontramos nosotras y nosotros.

antonelli_LGTBfobiaEn el último año, Galicia y Cataluña han aprobado leyes autonómicas para la lucha de contra la LGTBfobia, ¿cree que es posible un desarrollo legislativo similar en la Comunidad de Madrid?¿qué factores debería de abordar una iniciativa así?

Es posible, siempre y cuando haya un cambio de gobierno, que es lo que va a ocurrir en el 2015. El Partido Socialista de Madrid lleva en su programa la creación una ley de trato y delitos contra la LGTBfobia, así como la ley integral de transexualidad. Se trata de aprobar lo que han aprobado en Cataluña, que iba a llevar originalmente la ley de igualdad de trato de Zapatero. Pero también modificar el Código Penal, para añadir delitos contra la identidad sexual, pues la orientación ya está incluida. Siempre se ha ido por delante en el tema de la protección de la personas gais, dejando por detrás la realidad de la transexualidad.

 ¿A quién le puede molestar que se hable de diversidad? Solamente le puede molestar a la gente que se siente cómoda discriminando y que necesita escalafones para mantenerse.

El avance en materia de derechos de la comunidad LGTB en España ha sido espectacular, sin embargo la LGTBfobia es una realidad, ¿qué obligaciones crees que tiene la sociedad civil respecto al problema?

La obligación siempre tiene que venir desde arriba, desde arriba con la educación y la pedagogía. Educando a las personas en el respecto a la diversidad de las personas con información, contribuyes a cambiar la sociedad. En la actualidad, falta información y hace que mucha gente se agarre a los estereotipos. Pasaba lo mismo con la violencia contra las mujeres, un ámbito en el que gracias a la educación se ha ido avanzando. Había una asignatura que se llama Educación a la Ciudadanía, que el PP eliminó nada más llegar al poder y no tenía nada que ver con la crisis económica. ¿A quién le puede molestar que se hable de diversidad? Solamente le puede molestar a la gente que se siente cómoda discriminando y que necesita escalafones para mantenerse. Les pasó cuando le molestaba que el matrimonio homosexual se llamara así, hasta propusieron otro nombre. De algún modo, les molestaba que la “chusma” fuera igual que ellos.

Particularmente, ¿qué papel han de tomar los medios de comunicación, públicos y privados, respecto a esta problemática?

Visibilizar todas las situaciones. Siempre se ha discutido sobre lo bueno o lo malo de visibilizar los  crímenes machistas, pero la conclusión siempre fue que se ganaba más visibilizando. Cuando más se visibilizara habría la mujeres se animarían más a denunciar. En el caso de la LGTB y los medios de comunicación, la obligación de estos es dar una información libre de prejuicios y un información que sea pedagógica para concienciar a la gente. En el caso de la s agresiones por homofobia, tienen que visualizar la situación, no ocultando información. Hay múltiples informes y estudios en los que se muestran casos en los que los padres o los colegios quieren ocultar el motivo de agresiones. Nunca se puede permitir el ocultamiento de los datos. Eso es lo que está pasando hoy.

En relación al ámbito educativo, donde la LGTBfobia es también una realidad, siendo una de las principales causas de acoso escolar, ¿cómo se ha de combatir este problema?¿cómo se debería de afrontar desde el currículo?

La principal medida es crear un observatorio contra la LGTBfobia, como el que existe en el IES Duque de Rivas, con un servicio para combatir la homofobia y al que los chicos LGTB pueden acudir a tutorías específicas y darles un ambiente más seguro. Muchas veces los ataques de LGTB no sólo se sufren por parte de los alumnos, también por parte de algunos profesores. Tuve un caso de una chica transexual, cuya profesora no paraba de llamarle por su nombre masculino cuando tenía una apariencia física completamente femenina. Esto hacía que muchos compañeros luego la hicieran también acoso escolar. Esto se ha de combatir también con charlas. En la actualidad en Madrid ya no hay charlas, antes los hacía el COGAM, pero desde que está la nueva consejera de Educación, ésta dijo que sus colegios no los tocaban. Todos los delitos de odios han de ser penados por el riesgo de la causa de suicidio.

Hay múltiples informes y estudios en los que se muestran casos en los que los padres o los colegios quieren ocultar el motivo de agresiones.

¿Qué actores considera se deberían de involucrar en una campaña de comunicación social  dirigida a la lucha contra la homofobia en el ámbito educativo? 

Se tiene que recuperar la Educación para la Ciudadanía. Del mismo modo, cuando se dé educación sexual, se ha de hablar de la diversidad sexual. No se trata solo de hacer unos cursillos para la diversidad sexual. Esa es la normalización, hablar de la diversidad cuando se trata de la generalidad. Pero todo debe de estar institucionalizado y bajo una forma legal.

 

Frozen: Disney se vuelve feminista

Frozen (2013) supone un antes y un después en el universo Disney. No sólo porque haya sido una de sus películas más exitosas de todos los tiempos, sino porque la película rompe con el esquema clásico de roles empleado en la narrativa de Disney, marcado por un patrón patriarcal, en el que las funciones de la mujer y el hombre están determinadas básicamente en torno a la sumisión. Basada en el cuento de Hans Christian Andersen, La Reina de las Nieves, y codirigida por Jennifer Lee, la primera realizadora de  una película Disney, Frozen se ha convertido en la película Disney más taquillera de la historia después de Toy Story, y ha sido galardonada con varios premios, entre los que cabe destacar el Oscar a Mejor Película de Animación, y a Mejor Canción.

La historia narra la vida de Elsa, princesa del reino de Arendelle y heredera del trono, quien posee la habilidad mágica de crear hielo y nieve. Cuando es pequeña, debido a sus poderes, deja inconsciente por accidente a su única hermana, Anna, lo que hace que sus padres tomen la decisión de aislarla del mundo. Cuando sus padres fallecen durante un viaje, Elsa tomará posesión del trono del reino como heredera. Sin embargo, tras entronizada, Elsa se negará a aceptar la repentina propuesta de matrimonio de Hans, un apuesto príncipe, con su hermana Anna, lo que desembocará en un descontrol de sus poderes. Ante el miedo así misma, Elsa huye del reino para refugiarse en el bosque y vivir en soledad con sus poderes, incomprendidos por el mundo. Será entonces cuando Anna organizará una expedición en busca de su hermana mayor.

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Lo primero que cabe destacar de la Frozen, es el peso que tienen los personajes femeninos sobre los masculinos. En esta historia, las mujeres gozan de protagonismo absoluto, ostentando el papel  de heroínas, sin seguir los patrones habituales del cuento tradicional. Por un lado, está la historia principal, en la que Elsa es una heroína que se se tiene que enfrentar a su gran enemigo, ella misma. A lo largo de la historia, Elsa logrará luchar contra si misma para terminar aceptándose tal y como es, con su poderes mágicos. Por otro lado, la trama secundaria narra la historia de su hermana Anna, quien tendrá que luchar con el entorno para encontrar a su hermana.

El papel del hombre en Frozen es completamente secundario, e incluso son ridiculizados. Además, es destacable que ambas protagonistas, Elsa y Anna, rechacen a sus pretendientes. El villano de la película, Hans, pertenece a una trama secundario, pues el “villano” de la trama principal es la propia Elsa, que no se acepta así misma. Hans y el resto de personajes masculinos son ridiculizados como avaros, presumidos, superfluos, y tiendo siempre un carácter secundario. Este es el caso de Kristoff, un leñador que ayudará a Anna en la búsqueda de su hermana, con quien mantendrá relación sentimental, basada en el compañerismo y no en la dependencia. La supremacía de la mujer sobre el hombre en la película, trajo consigo su concerniente polémica en los Estados Unidos, donde algunos medios como Fox News acusaron a la película de “adoctrinamiento feminista”, por ensalzar los valores de la mujer a costa del hombre.

Pero además, dejando de lado la aportación a nivel de género de Frozen, a mi juicio, esta historia de Disney también aporta una ruptura completa con el planteamiento básico del cuento, en el que los personajes se han de enfrentar a agentes externos y aprender a través de sus aventuras y desventuras pautas de comportamiento que que conviertan sus acciones plausibles y exitosas en los términos impuestos en la sociedad. En Frozen, como comenté, la trama principal gira entorno a la autoaceptación de Elsa, tal y como es. Elsa es protagonista y antagonista al mismo tiempo, pues su misión no es otra que aceptarse tal y como es, para que el resto de la gente la acepte.

queen_elsa_png_frozen__by_ninetailsfoxchan-d6xayrtNo cabe duda que la historia puede entenderse como una metáfora de la identidad sexual. De hecho, se puede encontrar un cierto paralelismo en la extraña habilidad de Elsa de convertir todo en hielo y nieve, con la aceptación de la homosexualidad, tanto a nivel social como personal. Cuando es una niña, son los propios padres de Elsa quienes instan a que su hija oculte sus poderes, por ser peligrosos para su entorno. Crecida con ese sentimiento de culpabilidad, Elsa no se acepta así misma, lo que le impide una socialización con el resto, por lo que huirá para vivir “libre” su “diferencia”. En el extremo opuesto estaría su hermana Anna, quien tiene grandes habilidades sociales. Elsa tendrá primero que aceptarse a sí misma, para luego poder sociabilizar con la gente y que la acepten tal y como es.

En la película, el momento de autoaceptación de Elsa es encumbrado con la oscarizada canción Let it go, traducida como «suéltalo», que ha sido interpretada como una metáfora de la salida de armario, ya que en ella se dicen frases como  “no dejes que sepan de ti”, “No han de saber”, “Suéltalo, no lo puedo ya retener” o “soy libre y ahora intentaré sobrepasar los límites”.  Sin lugar a dudas, no es de extrañar que la película se haya convertido en un referente dentro del colectivo LGTB.

Es curioso la polémica sobre el cambio de patrón en Disney ha llegado hasta tal punto, que muchos colectivos homófobos han acusado a la película de propaganda homosexual, perjudicial para la educación de los niños. Como argumentaba en una entrevista la codirectora de la película de animación en una entrevista a la BBC, los filmes de Disney se han hecho en eras diferentes, en épocas diferentes y los celebramos por diferentes motivos. Este se hizo en 2013 y tiene un punto de vista de 2013”.

Sin lugar a dudas, Frozen ha supuesto un cambio radical en la narración Disney, la cual lleva décadas atrayendo la atención de niños y niñas de todo el mundo. Esperemos que la factoría de sueños siga por esta línea…